Odontopediatría

La odontopediatría es la rama de la odontología encargada de tratar a los niños.

El odontopediatra es el encargado de explorar y tratar al paciente en edades tempranas.

No olvidemos que durante la infancia están ocurriendo los procesos de crecimiento y desarrollo. Es por ello que la visita al odontólogo cobra especial importancia en estas edades, ya que se pueden diagnosticar y tratar precozmente las anomalías craneofaciales. Mediante el examen de las funciones de respiración, fonación, deglución y masticación, así como estudiando el proceso de crecimiento, el odontopediatra deriva al niño al especialista competente según la alteración presente.

En nuestra clínica se trabaja con estrecha interrelación con logopeda, ortodoncista, psicólogo y pediatra.  

Otras de las aristas a tratar en niños es el tratamiento restaurador. Principalmente abarca el tratamiento de traumatismos, uso de selladores, que consiste en obturar levemente los surcos y fisuras de las piezas dentales sin apenas quitar material dental para evitar posibles caries, y en tratar las caries producidas y sus consecuencias.

La prevención es un arma vital de la cual nos beneficiamos. Con frecuencia aplicamos  los ya mencionados selladores de fosas y fisuras, soluciones fluoradas, indicación de técnicas de cepillado, intercepción de hábitos y maloclusiones, entre otras.

FAQ

Son resinas que se aplican sobre las caras masticatorias de los dientes.
Disminuyen la probabilidad de padecer caries en los dientes sobre los que se colocan.
Actúan como barreras de protección, evitan que los restos de alimentos se alojen en los relieves de los dientes. Convierten las caras masticatorias de las piezas dentales en superficies lisas y fáciles de limpiar
Suelen aplicarse en niños de 6 a 7 años, cuando los dientes definitivos comienzan a salir.
Aunque el sellador facilita la limpieza, no se debe descuidar el cepillado, si no se efectúa una correcta higiene puede surgir una caries cerca del sellador.
La colocación de los selladores no daña el esmalte, no requiere anestesia, el dentista cepilla la pieza y la pincela con una crema, que endurece al aplicarle una luz especial.
Los selladores duran bastante tiempo, pero es necesario el control periódico del dentista para controlar su estado.

Los niños deben asistir a su primera visita durante los 6 o 12 meses de edad. De esta forma se realizará un control temprano sobre los hábitos, se le mostrará cómo debe limpiar los dientes de sus hijos correctamente y conocer las posibilidades de prevención de cualquier problema al que se pueda exponer los niños.

No existen reglas frente a este tema, porque cada niño tiene un tratamiento diferente, sin embargo, los especialistas recomiendan dos visitas al año. Las visitas regulares pueden prevenir enfermedades graves y preservar la salud de los dientes de su hijo.

Los síntomas del bebé cuando le empiezan a salir sus primeros dientes son escaso dolor, llanto y salivación. En algunas ocasiones se ha asociado la fiebre a la salida de los primeros dientes de leche, pero nunca se ha llegado a demostrar que el hecho sea su causa directa. Para calmar la molestia de la dentición existen en el mercado pomadas especiales. Es importante que los padres seleccionen correctamente la pomada con la ayuda de un odontopediatra puesto que puede contener elementos (como alcohol o azúcar concentrado) no recomendables para su bebé.

 Sí. Puede producir deformaciones en el paladar, cara y dientes. Es un hábito que hay que corregir cuanto antes.

Algunos profesionales indican que el momento de iniciar la higiene del niño es cuando aparecen los primeros dientes temporales.

Sin embargo, en nuestra clínica aconsejamos limpiar la boca de su bebé incluso antes de ello. Con una gasa o paño humedecidos, puede limpiar suavemente las encías de su bebé. A medida que la dentición se va desarrollando, debe ir introduciendo los cepillos y la pasta dentales bajo la supervisión de su odontopediatra. 

Es importante no perder los dientes de leche antes de tiempo ya que mantienen el espacio para los dientes permanentes que saldrán más adelante. En caso de que se pierdan, es conveniente colocar un mantenedor de espacio y vigilarlo en las revisiones posteriores.

La caries es una enfermedad infecciosa, y por tanto un foco de infección que se debe combatir cuanto antes, sea cual sea el diente y la edad a la que se presente la enfermedad. Adicionalmente los niños necesitan una boca sana para facilitar su alimentación y por consiguiente su crecimiento adecuado. A todo ello hay que añadir que debajo de todos y cada uno de los dientes de leche hay un diente permanente preparado para formarse y salir a la edad que corresponda y cualquier infección que se produzca en la zona, puede afectar al diente permanente en formación, que precisa que el diente de leche esté sano y permanezca en su lugar hasta el momento del recambio.

Si después de un impacto el diente se rompe, es importante acudir cuanto antes al dentista. Según la edad del paciente y según el tamaño de la fractura (y el lugar de la misma) se hará un tratamiento u otro. Si el diente sale despedido en su totalidad, es necesario llevarlo dentro de la boca o en leche a la consulta del dentista lo más rápido posible, para intentar su reimplante.